Entradas

Imagen
Puedo gritarle al mundo que aunque tuviera pájaros en la cabeza, no me entraría la neura de ser perfecta. Y es que si hecho cuentas, no hay nadie que se me parezca. Por eso sigo aquí, muy despierta y sin ser nada de lo que te apetezca. (Catedral Santa Ana, LPGC, julio 2018)

Siento que siento, una y mil veces.

Imagen
Siento que el tiempo se me escapa, cuando estoy a tu lado. Creo estar segura de no necesitar alas, si tengo tus abrazos. Siento que esta vez voy pisando fuerte y que no voy a perder(me). Creo estar loca, en este mundo de idiotas, pero es que ya ni me importa, pues tengo tu boca.

Siempre. Nunca. ¡Avanza!

Imagen
S iempre nos hablan de que debemos aprender a sentir, o retirarnos a tiempo, a soltar aquello que ya no nos complementa, todo esto con total dignidad. Pero ¿cómo saber si lo estamos haciendo? ¿o si, verdaderamente, debemos esperar un poco más? No es tarea fácil y es que nos caracterizamos por saber dar millones de consejos a toda persona que nos rodea y a la hora de la verdad no quedamos bloqueados ante esa misma situación, sin saber cómo actuar o qué hacer. Paralizamos nuestra vida, aunque seguimos sintiendo, posiblemente, más que nunca. Somos seres que creen, que confían, a los que las ganas de dar segundas oportunidades, terceras e incluso cuartas nos ganan. Creemos en que las personas pueden cambiar, ponemos todas nuestras ilusiones y esperanzas en ellos, sin darnos cuenta de que, eso, es lo que nosotros queremos y que, en ningún momento, nos hemos parado a pensar en lo que quería el otro para nosotros o para sí mismos. Jamás me ha gustado lo de ser egoísta, siempre he pens...

Nunca te lo dije.

Imagen
(París, 2016) Nunca te lo dije, pero me moría de ganas por verte. Me daba igual el sitio, en una esquina, el parque, o, simplemente, paseando por la ciudad. Nunca te lo dije, pero era así. El mes pasado, el verano anterior, y hace ya dos inviernos. Nunca te lo he dicho, pero me encanta cuando  sonríes, cuando me hablas desde tan cerca, me dices que esté tranquila, no hay prisas, hay tiempo de sobra. Y es que, para qué voy hacerle caso al tiempo, si parece que vuela a tu lado.   

Dear love,

Imagen
Llegarán otras personas. Sí, llegarán, no lo dudes. Volverás a creer. Volverás a estar ilusionado. Volverás a saber qué se siente cuando alguien te importa. Volverás a sentir. Cuando te mira. Cuando te abraza. Cuando te escucha. Cuando te quieren... Pero, no. No volverá a ser esa persona. Su olor. Su risa. Su piel. Pero, tranquilo. Tú tampoco volverás a ser el que fuiste aquella vez. Cuando todo, era de colores.

Seguimos estando ciegos.

Imagen
Las personas que más me desconciertan son aquellas que llegan a actuar en contra de sí mismas, en contra de lo que piensan, en contra de su moral o de sus principios.  Esas personas que huyen, que alejan a las personas que más las quieren, que incluso lastiman a aquellos que solo quieren ayudar. Esas que finalmente acaban amando, justa e irónicamente, a quiénes más daño les hacen.  Debería parecernos horrible llevar una vida completamente infeliz. Habernos creado esto, simple y llanamente, por las pésimas decisiones que nos empeñamos en seguir teniendo.  Y sí, efectivamente me incluyo, y es que también creo que a veces las peores decisiones se toman con el corazón. Soy totalmente consciente de que vida solo hay una, que hay que vivirla, que no deberíamos ponernos muros de ningún tipo a nosotros mismos, que siempre deberíamos ir a por el sí, tirarnos a la piscina sin pensarlo demasiado Pero también soy consciente de que la mayoría de las veces que escuchamos a n...

¿Qué camino debo seguir?

Imagen
Todos, alguna vez, en algún momento de nuestra vida nos hemos hecho una pregunta que no sabíamos responder, o de la que, simplemente, no queríamos ver la respuesta, porque la supimos desde el primer segundo que pasó por nuestra mente. Doy por hecho que cada uno tiene su pregunta particular, pero también supongo que muchos nos hemos llegado a preguntar “¿Qué camino debo seguir?”. Seguramente esta se haya repetido en numerosas ocasiones y muy distantes las unas de las otras y no, no me refiero a tiempo, si no a situaciones. No importa para qué haya sido, porque el camino sigue siendo el mismo. Hay que confiar en uno mismo, siempre, somos la única persona que sabemos que no nos va a fallar, nunca. El camino seguirá siendo solo un camino más de nuestra vida, pero si sentimos que es el correcto no debemos ponernos limitaciones. Nada de muros, corazas, armaduras con la excusa de ser protección. Podemos probar un camino tantas veces como se necesite, podemos mirarlo de cerca, con total...